En los últimos años, las legumbres —como porotos, lentejas y garbanzos— han resurgido con fuerza en las mesas de quienes buscan una alimentación más saludable. Ricas en proteínas, fibra y minerales, estos alimentos no solo contribuyen a la salud cardiovascular, sino que también son aliados en la lucha contra el sobrepeso y la diabetes tipo 2.

Expertos en nutrición destacan que su bajo índice glicémico y alto poder saciante las convierten en un ingrediente ideal para dietas balanceadas. Además, su producción requiere menos agua y genera menos emisiones de carbono en comparación con las proteínas de origen animal, lo que las transforma en una opción amigable con el medioambiente.

Organizaciones como la FAO han promovido campañas para aumentar su consumo y educar sobre sus beneficios. Incorporarlas en ensaladas, guisos o incluso en hamburguesas vegetales es cada vez más común, mostrando que las legumbres son un alimento tan versátil como nutritivo.