El descanso nocturno no es un lujo: es una necesidad vital que impacta directamente en tu salud física y mental.
En una sociedad que premia la productividad y glorifica las jornadas interminables, dormir bien suele ser lo primero que sacrificamos. Sin embargo, el sueño es una función biológica esencial, tan importante como alimentarse o respirar. Diversas investigaciones han demostrado que dormir menos de siete horas por noche aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes tipo 2 y trastornos del ánimo.
Durante el sueño profundo, el cuerpo se regenera, el cerebro consolida recuerdos y se produce una limpieza natural de toxinas neuronales. El descanso insuficiente afecta la concentración, el estado de ánimo y la capacidad para tomar decisiones. Además, altera las hormonas del apetito, promoviendo el aumento de peso.
Para mejorar la calidad del sueño, los expertos recomiendan establecer horarios regulares, evitar pantallas al menos una hora antes de dormir y crear un entorno adecuado: oscuro, silencioso y fresco. También es útil reducir el consumo de cafeína y alcohol por la tarde. Dormir bien no es perder el tiempo; es prepararse para vivir con plenitud.
Be the first to write a comment.