Una caminata diaria puede ser más efectiva que una rutina compleja. Solo necesitas tiempo, voluntad y buenos zapatos.

En medio de la fiebre por el gimnasio, las apps deportivas y las clases funcionales, caminar parece algo casi demasiado simple. Sin embargo, esta actividad milenaria es uno de los ejercicios más completos y accesibles que existen. Caminar de forma regular, al menos 30 minutos al día, ayuda a prevenir enfermedades crónicas, fortalece el sistema cardiovascular, mejora la salud mental y hasta estimula la creatividad.

Además, caminar al aire libre potencia sus efectos positivos: estudios del Journal of Environmental Psychology indican que pasear por entornos naturales disminuye la ansiedad, mejora el humor y restaura la atención mental. Incluso se ha demostrado que quienes caminan con frecuencia tienen menor riesgo de deterioro cognitivo con el paso de los años.

El secreto está en la constancia. No hace falta recorrer largas distancias ni batir récords. Caminar para ir al trabajo, sacar al perro o simplemente dar una vuelta después de cenar ya hace la diferencia. Es, literalmente, un paso hacia una mejor salud.