El protector solar no es solo para el verano. La radiación UV está presente incluso en días nublados o fríos, y sigue siendo una de las principales causas de envejecimiento prematuro y manchas.

Aplicar FPS todos los días, especialmente en rostro, cuello y manos, es la base de cualquier rutina de cuidado. Si estás frente a pantallas, busca protectores con defensa contra luz azul.

Hoy existen productos livianos, con color o matificantes, que se adaptan a todo tipo de piel. No hay excusas para no protegerte.

Invertir en protector solar es invertir en tu salud futura. Es simple, efectivo y fundamental.