Bares y restaurantes cerrados apenas anochece; ciudadanos en un toque de queda voluntario para evitar ser víctimas de la delincuencia. Ese es el día a día de los chilenos que confirman una alarmante tendencia que es avalada por las encuestas y los datos oficiales: hay cada vez más miedo.

Según la encuesta Ipsos de marzo de 2023, el 85% de los chilenos cree que la inseguridad aumentó en el último año. Un 57% considera que los robos, asaltos y portonazos son el principal problema de seguridad.

¿Quiénes son los responsables? Según la misma encuesta, un 63% culpa al crimen organizado, un 54% al narcotráfico y un 52% al insuficiente control en las fronteras. Pero no sólo son encuestas.

Este es uno de los temas más relevantes que se hace cargo el nuevo proyecto constitucional, con normas que permiten desde la expulsión de inmigrantes hasta la defensa de las víctima de la delincuencia y el terrorismo.

Los datos del Gobierno son reveladores. El informe anual de la Subsecretaría de Prevención del Delito reveló un acelerado aumento en la delincuencia a nivel país durante 2022, localizado principalmente, en la Macrozona Norte y asociado a la crisis migratoria. También consignó una desfavorable disminución en detenciones por violación y violencia intrafamiliar (VIF).

Según el Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD), los Delitos de Mayor Connotación Social (DMCS) incrementaron un 44,6% en 2022, respecto al año 2021.

Entre ellos, los que más aumentaron fueron el robo con violencia o intimidación (63,1%), robo por sorpresa (61,2%) y robo en lugar no habitado (56,4%).