Fuente: Bio Bio

Gracias a las precipitaciones registradas en las últimas semanas, dos lagunas de la Reserva Nacional El Yali, en Santo Domingo, volvieron a acumular agua tras secarse completamente en octubre de 2018. Indica Bio Bio.

“Si comparamos esta cifra con la superficie histórica de 190 hectáreas, registramos a la fecha un 26,31% de la capacidad total”, dijo Sandro Bruzzone, director de Conaf en Valparaíso.

Por su parte, Colejuda supera las 16 hectáreas, lo que equivale a alrededor del 70% de la cobertura normal (22,62 hectáreas).

“Hasta antes de las precipitaciones se encontraban secas, a cota cero. No tenían ninguna concentración de agua, al contrario, presentaban una condición de sequía extrema”, recordó Eduardo Riquelme, administrador de la reserva.

Albufera (o Costera), el tercer cuerpo de agua del lugar, nunca se ha secado, aunque sus niveles han bajado considerablemente.

“Siempre ha tenido un intercambio de agua con las altas mareas, especialmente cuando han venido trenes de olas más o menos significativos”, dijo Riquelme.

El retorno del agua también gatilló el regreso de la avifauna y específicamente del flamenco chileno. Señala la nota de Bio Bio.

Lo anterior, de acuerdo a avistamientos de guardaparques en los cuales se dio cuenta de 30 ejemplares de este animal, especie emblemática que hace tiempo no figuraba en los registros.

De acuerdo a la Dirección Meteorológica de Chile, entre de junio y julio de 2020 han caído más de 77 milímetros de aguas lluvias en el humedal El Yali, que está compuesto de 18 cuerpos de agua, de los cuales sólo tres (Matanza, Colejuda y Albufera) corresponden a la reserva del mismo nombre.

La unidad pertenece al Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado, es administrada por Conaf y ostenta la condición de sitio Ramsar.

Es decir, se trata de un humedal de importancia internacional como hábitat de aves acuáticas y ribereñas, entre las que destacan especies como los cisnes de cuello negro y coscoroba, los flamencos chilenos, las hualas, los patos Yeco y las gaviotas dominicanas.