Después del derrumbe de una casa en calle Huito con Aldunate, en agosto del año pasado, desde la Gobierno anunciaron medidas para demoler las casas en peligro de colapsar. Sin embargo, medio año después no han empezado las obras, 40 serían las viviendas que deben ser demolidas con urgencia.

El ministro Monckeberg comprometió $1.000 millones para efectuar las obras, y que el catastro de las casas se terminaría en cuestión de días.

Ezio Passadore, encargado del Departamento de Emergencias del municipio porteño. señaló; “muchas de ellas se encuentran en zonas declaradas típicas o de conservación histórica, motivo por el cual requieren un pronunciamiento del ministerio para su demolición”.