Fuente: Soy Valparaíso

Las alarmas se habían encendido ya hace un par de semanas. El alza en la movilidad, principalmente en las mañanas, había alertado a las autoridades de Quillota. Señala la nota de Soy Valparaíso. 

Pasadas las semanas, los números reflejerían el costo de la mayor cantidad de personas en las calles, las aglomeraciones en las calles Prat y O’Higgins y las salidas en las poblaciones a comprar al minimarket de la esquina sin permiso sanitario. 

Ni hablar de las filas, la falta de distancia social y algunas multicanchas incluso con niños jugando con sus amigos y sin mascarillas (lo que no está permitido en cuarentena).Luego de varios informes con menos de 100 casos activos positivos, la primera semana de agosto mostró en sus dos informes epidemiológicos cifras preocupantes.El 6 de agosto, el informe del Minsal elevó a 129 los casos activos de Quillota (el informe previo era de 96, y el anterior de 97), y no solo eso, sino que el informe posterior, del 9 de agosto, elevó la cifra a 134.

El informe dado a conocer este sábado mantuvo la misma línea y permitió ver a 139 personas contagiantes.Esta situación ya era leída por la administración municipal que este martes dio el vamos a un agresivo plan de fiscalizaciones.

Más de 50 funcionarios municipales, sumados a personal sanitario, salieron a las calles a pedir permisos y también, de la mano del equipo de testeos rápidos, a ver si había enfermos no detectados o asintomáticos. Ellos pueden multar e incluso iniciar sumarios sanitarios. También convocar a la fuerza pública para realizar una detención.Estas semanas las fiscalizaciones han aumentado e incluso hay detenidos. Indica la nota de Soy Valparaíso.

Según el Ministerio Público, en Quillota entre el 1 y el 12 de agosto se han formalizado 13 cargos por infracción al artículo 318, el que obliga, entre otras cosas, a tener permiso para circular en una comuna en estado de cuarentena obligatoria.También se han formalizado a siete personas por falsificación de instrumento público o uso malicioso de instrumento público. Es decir, personas que han exhibido un permiso falsificado, siendo detectado por personal de carabineros, las Fuerzas Armadas o Carabineros.

La falsificación ha consistido en cambiar el código QR o reemplazar nombres y RUT.Desde la Fiscalía indican que por este delito, las penas son de 541 días a 5 años.Consultado sobre este hecho, el seremi de Salud Francisco Álvarez dijo a La Estrella que “el que existan personas utilizando permisos falsificados es sin duda una situación preocupante, sobre todo porque con este tipo de conductas vemos que hay una pérdida de miedo frente al coronavirus y el relajo de las medidas de autocuidado de las personas, que da cuenta de una falta de empatía y responsabilidad tremenda”.

Sobre el alza de este delito, Álvarez dijo que “nos preocupa y ocupa en el sentido de que en forma coordinada junto al intendente regional y las FF.AA. y de Orden y Seguridad hemos reforzado las tareas de fiscalización del cumplimiento de las medidas sanitarias”.Pero lo de Quillota no es único. En La Calera la cuarentena parece haber perdido la efectividad. Luego de bajar tras el confinamiento total, esta semana nuevamente hubo un alza de casos activos, pasando de 111 a 132, el mayor número desde el inicio de la pandemia.

En La Cruz, la tercera comuna de la provincia en cuarentena, los números bajaron a 23.En las comunas sin cuarentena las cifras siguen variables. En Hijuelas hubo una baja de 43 a 32 casos activos, mientras en Nogales hubo un aumento de 41 a 46 casos activos.